La energía es necesaria para las distintas funciones del organismo: metabolismo, transmisión nerviosa, respiración, circulación, para mantener la temperatura y realizar trabajo físico, entre otras.
La energía que está presente en los alimentos es liberada en nuestro organismo a través de la oxidación, la cual entrega energía química necesaria para las funciones mencionadas. El calor que se produce durante este proceso es utilizado para mantener la temperatura corporal. El balance energético de un individuo depende de su ingesta de energía y de su gasto energético: un desbalance entre estos factores, va a producir un aumento o pérdida de masa corporal, principalmente de masa grasa.